


La linea de ferrocarril Murcia-Caravaca largamente anhelada fue construida entre los años 1933 a 1971 y su antigua estación de FFCC Murcia-Zaraiche está ubicada en la Plaza Circular y circundada actualmente por el tranvía.
Se cuenta que el día inaugural con todas las autoridades ministeriales y provinciales a bordo, se averió la locomotora tardando 4 horas en llegar la de “respeto”, con lo cual la comida inaugural en Caravaca se tuvo que celebrar a las 4 de la tarde. Y el ingeniero jefe de tracción se alteró tanto que cogió una borrachera de coñac, poniéndose a llorar como un niño y lo tuvieron que acostar en el Hotel, no pudiendo hacer el viaje de regreso triunfal a Murcia.
La Casa Cerdá es un magnífico edificio del característico estilo ecléctico del siglo XX , que es muy fotografiado por su belleza arquitectónica y el amplio emplazamiento que le da mayor relevancia.
Está siempre bastante concurrido el espacio que lo abarca de la Plaza de Santo Domingo, por los mayores que tiene sus tertulias y que les sirve de solaz en los veranos a la sombra de sus frondosos árboles y en invierno para disfrutar tomando el sol en los numerosos bancos que circundan la plaza, y también para el juego de los niños, todo lo cual le da al edificio un plus de armonía.
Tiene un templete haciendo chaflán y se encuentra entra la Plaza de Santo Domingo y la Avenida de Alfonso X el Sabio.
Sobre la talla de la cadena esculpida en piedra rodeando la Capilla de Los Vélez se dice que hallándose el Marqués de los Vélez observando la marcha de las obras, escuchó a un aparente mendigo que la obra la rodearía con una cadena con todos los eslabones enlazados para darle mayor realce.
Interrogado por el citado Marqués conoció que estaba hablando con un cantero en paro, indicándole que estaba dispuesto a financiarle su construcción pactando que si la realizaba satisfactoriamente le daría asilo y alimento de por vida, pero en caso contrario sería ejecutado.
Al finalizarla al cabo de 7 años y quedar maravillado de lo singular de la obra, de la brillante aportación de la misma y de su belleza y no queriendo que volviera a ser reproducida en otro lugar pero a su vez cumplir lo pactado ordenó que le sacaran los ojos, le cortaran las manos y le encerraran en una mazmorra hasta que muriera y que no le faltara jamás alimento y un lecho cómodo.
La Basílica menor de Santa María o Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción, antes de llegar a su actual aspecto ha ido pasando por diversas vicisitudes, partiendo de que originariamente en este enclave se hallaba una mezquita árabe hasta la toma de la medina por Jaime I en 1265.
La citada mezquita fue convertida inicialmente sin más en una iglesia cristiana, siendo derruida en 1334 para dar paso a su reconstrucción finalizada en 1492 (bajo el reinado de los Reyes Católicos).
Entre 1492 y 1566 se levantó una tercera iglesia de estilo renacentista sustituyendo a la anterior, hasta que habiéndose derrumbado su techumbre en 1672 debido a unas lluvias torrenciales se procedió a poner la 1ª piedra de la nueva edificación en 1673, pero debido a sucesivos funestos sucesos al ir falleciendo los distintos arquitectos a los que iba encargando continuar con las obras éstas no se volvieron a reiniciar hasta 1680.
Entre 1680 y 1682 fueron retomadas nuevamente las tareas de su reconstrucción encargándose al Nicolás de Bussy (el mismo que realizó el bello Imafronte de la Catedral de Murcia), creando la fantástica Portada Mayor, o de la Comunión de estilo barroco, situada al este de la Basílica y ya descrita en sus muy bellos y estudiados detalles en otra página del blog y visible bajo estas lineas.
El cual también realizó las siguientes Portada de San Agatángelo, Copatrón de la ciudad.
Y la de la Resurrección debajo del texto.
La 4ª de las 7 puertas de la Basílica, es la siguiente conocida por la Portada de San Juan o el Resucitado.
La 5ª es la denominada Portada del Sol, siendo atribuida a José Artigues.
La 6ª es la llamada del Órgano y atribuida a Marcos Evangelio.
Las citadas puertas finaliza con 7ª, también conocida por la Puerta Chica ( de la que no se posée imagen fotográfica) y que conduce a la Sacristía, además hay otras dos puertas de acceso de reducidas dimensiones sin la menor relevancia arquitectónica.
Los avatares históricos de su construcción la ha llevado a congregar los estilos renacentista y rococó en el exterior y su interior muestra el neoclásico.
En ella se celebra el famosísimo auto sacramental del Misteri d´Elx, canto coral en valenciano antiguo concedido por la bula del Papa VII.
Está construido sobre la antigua muralla defensiva de la medina almohade de los siglos XI al XIII y sometido a continuas reconstrucciones adaptadas a los distintos usos a los que se ha ido dedicando, conservando aún su gran Puerta y otra de reciente descubrimiento en la ladera del río.
La primera reconstrucción fue llevado a cabo a finales del siglo XV por el noble castellano Gutierre de Cárdenas, primer Señor de la Ciudad para su residencia (por lo que también se le denomina Alcázar de la Señoría), dándole la estructura de planta poligonal con la Torre del Homenaje cuadrangular y torreones cilíndricos en sus esquinas.
Otra reconstrucción del antiguo Alcázar la abordó el duque de los Arcos en 1764 y ya en 1829 perteneció al Conde de Altamira (de cuyo periodo de posesión pasó a ser conocido por Palacio de Altamira).
En 1961 fue nominado como Monumento Histórico Artístico Nacional.
Tras sucesivas ventas y adquisiciones habiendo sido utilizado de prisión y como fabrica textíl pasó finalmente a ser expropiado y adjudicado por del Ayuntamiento en 1974 que lo sometió a una nueva reparación.
Tras muchos avatares la idea de dedicar este espacio y la portada aquí representada a construir el Museo monográfico dedicado al insigne escultor Francisco Salzillo, circunstancia que se plasmó en 1941 y tuvieron que transcurrir aún 19 años hasta su inauguración en 1960.
Foto de 1900 del Palacio de Riquelme edificado en el siglo XVI y situado en la calle Jabonerías, esquina con la de Platería.
Aquí se aprecia la demolición del mismo en 1967, para ser dedicado a construir un gran edificio que rompió la vieja estética del entorno situado en el centro histórico de la ciudad.
Del mismo solo se salvó la fachada que daba a la calle Jabonerías para colocarla en un solar que había adjunto a la Iglesia de Jesús, que está en la plaza de San Agustín.
La Avenida de la Libertad es una calle salón con numerosos establecimientos comerciales como tiendas de moda, bancos, cafeterías, etc., contando con un aparcamiento subterráneo.
Además es una zona de esparcimiento para los niños que disponen de dos grupos de mobiliario para juegos y al estar dotada de abundantes bancadas siempre se halla muy concurrida por las tertulias personas mayores, siendo su edificio más emblemático el de El Corte Inglés y servir de punto de encuentro habitual.
Esta fachada principal que da acceso a la Universidad de Murcia (orientada a poniente) corresponde a su sede inicial fundada en 1272, al ser concedidos por el rey Alfonso X el Sabio los terrenos y edificios a los dominicos para que construyeran un Convento y Estudio.
Aquí se muestra la fachada norte con su extensa y concurrida plaza denominada de la Universidad.
Fueron ampliadas sus instalaciones en 1915 (luciendo en su fachada la indicación de celebrar el Centenario correspondiente a esta fecha), estando ubicadas en los terrenos pertenecientes a la Iglesia de La Merced que se construyó intramuros de la muralla árabe y al lado de la Puerta Nueva de la citada muralla (cuyo nombre aún conserva la calle adyacente), destacando en su interior este bello claustro perteneciente inicialmente al Convento citado.
Hoy solo se imparte las enseñanzas en la Facultades de Derecho y la de Letras, también dispone de la Biblioteca Antonio de Nebrija y el Paraninfo.
Este logrado escudo de la Universidad es un compendio de su largo historial, ya que muestra al rey Alfonso X el Sabio en su trono enmarcado al fondo con los tradicionales arcos alfonsinos, y portando el cetro a su diestra y el Código de las VII Partidas en su derecha hallándose flanqueado por los escudos del antiguo Reino de Murcia, el de Murcia a su derecha y el de Albacete a su izquierda e indicando el año del comienzo de sus andaduras.
Estos excelentes neumáticos – como yo les llamo-, secuenciados de más antiguo a menos con los colores azul, amarillo-verdoso y rosa-anaranjado con los que les hago caminar a cada uno anualmente por encima de los 4.000 kms., me sirven en primer lugar para quemar calorías y a la vez entretenerme realizando fotografías de lo más emblemático de mi ciudad, las cuales posteriormente las documento describiendo a pie de cada foto sus principales características y pequeñas anécdotas (en su caso) que le aporten su lado más humano de mi ciudad que es MURCIA, dejando todo ello plasmado en mi Blog de “Andando Murcia”.