El “Misteri de Elche” es un drama sacro-lírico religioso que recre la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María que se celebra cada año en la Basílica de Santa María la primera parte conocida por “La Vesprá” el día 14 de agosto y la segunda “La Festa” el 15 de agosto, es de destacar que todo el séquito que acompaña a la Virgen, tanto las dos Marías como los ángeles las está expresamente indicado que deben ser exclusivamente niños.
Esta basado en una obra de mitad del siglo XV, cuyo original se perdió, pero se conserva en el Ayuntamiento la copia más antigua que se tiene del año 1709 y se trata de una Consueta (Cuaderno de apuntes para los Mestres de la Capella, en el cual se anotaba el ritual a seguir).
El texto estaba escrito en “llemosí” o valenciano antiguo excepto algunos versos en latín, y está compuesto por 139 versos en la primera parte y 119 en la segunda con una versificación arcaica y en parte renacentista.
La parte musical más antigua pertenece al repertorio gregoriano que corresponden a los cantos de María y del Angel, y otras al medievo y renacimiento; a las partes más modernas se han ido incorporando diversos autores en 1548, 1521 y 1594 ya que “La Festa” ha tenido una constante evolución, pero solo en sus melismas y no en su texto ni en su música ya que quedaron fijados a fines del XVI.
LA VESPRA
La ceremonia comienza desfilando por la calle hacia el templo la Virgen, Mª Salomé, Mª Jacobé y seis ángeles hasta llegar a la puerta de la Basílica.
La Virgen penetra en el templo tras recibirla el Arcipreste y los Caballeros Electos y se arrodilla mostrando su intención de venir a reunirse con su Hijo.
Artefacto que interviene en este primer acto denominado “Mangrana” (granada) que desciende cerrada desde lo alto de la cúpula, que está cubierta de un amplio lienzo pintado recreando al Cielo
Continúa la Virgen con su séquito hacia el cadafal (escenario) levantado en el crucero, las puertas del Cielo se abren y desciende la “Mangrana” portando en su interior unos ángeles uno de los cuales anuncia a María su cercana muerte, entregándole una palma dorada para que sea portada en su sepelio y luego regresan al Cielo.
Por deseo de la Virgen penetran en el templo los Apóstoles (no hallándose Santo Tomás) dispuestos a asistirle en sus últimos instantes, tras lo cual aparece en escena San Juan vestido de blanco llevando en su mano el Evangelio y María le hace saber su Tránsito al Paraíso entregándole la palma, que al recibirla el santo entona un canto de tristeza. En todos los actos están presentes el arcipreste de la Basílica y los tres Caballeros Electos
Posteriormente sube San Pedro al cadafal portando las llaves del Cielo quedando muy sorprendido por el hecho
Más tarde entran los tres Apóstoles (El Ternari) al templo por tres puertas distintas saludándose, y cantando expresando también su sorpresa por tan triste noticia
Los tres apóstoles se reúnen en el cadafal con el resto del séquito en torno a María, que entristecida les dice que la entierren en el Valle de Josafat.
Con sus últimas palabras se produce la llamada Dormición de la Virgen cayendo en el lecho y los Apóstoles con velas encendidas entonan un canto que manifiesta la espera de su resurrección
Tras lo cual se abren otra vez las puertas del Cielo y tres adultos y dos araceli (ángeles) descienden cantando a la Madre de Dios, tomando posesión del alma de María (representada por una pequeña imagen) al tiempo que ascienden de nuevo al Cielo entonando los mismos cantos que al principio, con lo cual termina el primer acto de la representación
LA FESTA
Los momentos previos al sepelio de María son interrumpidos por la algarabía de un grupo de judíos con el Gran Rabino al frente, pretendiendo impedir el entierro y dirigiéndose al cadafal con la intención de llevarse el cuerpo de la Virgen
Entonces se entabla una lucha entre judíos y apóstoles interviniendo estos en defensa de María
Al intentar cogerla uno de ellos se produce el hecho insólito de quedarse todos paralizados
Ante semejante prodigio los judíos se convierten y manifiestan su fe en la maternidad divina de María
Interviene entonces San Pedro bautizándolos con la palma divina bajada del Cielo, tras lo cual todos ven recuperada inmediatamente su movilidad.
Apóstoles y judíos en unión proceden al entierro de la Mare de Deu, convirtiéndose en una solemne procesión alrededor del escenario para ser depositada en el foso del escenario, que se puede contemplar en la siguiente imagen
Foso del escenario (aquí mostrado) que se halla junto al lecho de la Virgen fallecida.
En ese momento el araceli desciende de nuevo para unir el alma de María a su cuerpo y llevarla a los cielos resucitada
La asunción de la Virgen es interrumpida por la presencia del apóstol Santo Tomás, que le pide disculpas por la tardanza ya que se hallaba de predicación por la lejana India.
Entonces el Padre Eterno envía una dorada corona imperial para que sea depositada sobre las sienes de la Virgen, coronándola como Reina de la creación.
Una lluvia venida del Cielo cubre de oro la escena, suenan las campanas, se dispara una salva de cohetes y los espectadores y actores la culminan cantando Visca la Mare de Deu
El araceli con la Virgen coronada y los ángeles sube al Cielo
Y los apóstoles junto a los judíos entonan finalmente el Gloria Patri.