De mi biblioteca familiar (1899)
A mí me pasa una estrá
y me atosiga una pena
que me están rollendo el arma
y no puéo echallas juera.
Y no pruebo la comía
ni en er bancal, ni en la mesa,
y anque me rinda er trebajo,
cuando me echo en la pajera
me dá una africión ar pecho
y un pavor a la caéza,
que allí me esjarro a llorar
como un zagalíquio é teta.
Ya no me dan armonía
ni la burra, ni la cherra,
ni er caliche, ni los bolos,
ni er baile, ni las comedias.
Yo tengo una puncha aentro
que la probe é su zagala
y un rejalgar en la lengua
y un busano que me roe
y una esazón y una esa,
que cuarquier noche me acuesto
y pué que no arremaneja.
¡ Y tuiquio por una asquife
de vieja ! ¡ Malaya sea !
por la tía Faca Espigares
que paéce una sangrijuela,
con er arma arrobiná,
y no tié más cosa güena
que la probe é su zagala,
la probe de Mari-Pepa,
que vive como henchizá
iguar que paloma témida
enjaulaiquia en las cuatro
paéres de su vivienda;
que no sale como enantes
á platicar a la cieca;
que no ascucha mis palabras
y que se va a gorver ética
de tanto como su máere
la esazona y la arreprieta
pa que ni me de ér salúo
ni sarga siquiá a la puerta.
Ella no vá á un esperfollo,
ella no sale á la era
ni se asoma al cornijal
pa verme pasar la senda
y a mí me se pone un núo
en la campanilla mesma
que no he tomao ya un camino
por no armar una tragedia…
……….. Continuará (sic).
José Frutos Baeza 1899.