Este denominado Arco de la Aurora que da nombre a la calle donde se encuentra, es una de las referencias icónicas de la ciudad y su nombre proviene de las devociones marianas, encontrándose al fondo de la calle coronado en un lienzo con la Virgen María.
En la acera que daba acceso a ella se encontraba la prolongación del importante mercado ubicado en la plaza de Santo Domingo, facilitando que daba acceso a la huerta del norte de la ciudad.
Se dice que al ser una calle estrecha y muy oscura durante la noche, se puso allí esa imagen en 1767 para dar seguridad a sus vecinos y mitigarles el miedo.
Su trazado es medieval y su arco está situado en el antiguo Portillo del muro árabe que cerraba el Arrabal de la Arrixaca en el siglo XIII, e iba desde la antigua calle de la Acequia hacia la huerta.
En sus tiempos a su salida había un concurrido juego de bolos en plena huerta, con participantes y espectadores de la ciudad y la huerta.
El poeta Jorge Guillén que impartía clases en la Universidad de Murcia le dedico el siguiente verso en el año 1927:
HUMILDE ETERNIDAD POR CALLE CORTA
“Cal de color azul aurora
permanente que se asoma,
sobre corro o motín
al barrio aquel del sur,
humilde eternidad por calle corta”