El Monasterio de Santa Clara la Real fue construido sobre el solar situado en el Arrabal musulmán de la Arrixaca que abarcaba el entorno que hoy comprende la Iglesia de Santo Domingo, el Teatro de Romea y su Plaza, donde en un principio se encontraba la almunia de recreo del rey Ibn Mardanis (conocido por el Rey Lobo) que edificó en 1145 su Dar al Sugra (Casa o Residencia Menor) más tarde destruido por los almohades en 1172, y por donde circulaba y aún circula soterrada la Acequia Mayor de la Aljufia o Acequia del Norte.
Por último el rey de la taifa murciana Ibn Hud levantó otro palacio llamado Alcázar Seguir restos de los cuales se han ido sacando a la la luz en este templo, el cual donó el rey Pedro I de Castilla a la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara cuya propiedad aún conservan.
El contenido histórico del templo hay que considerarlo por lo tanto en su doble vertiente cristiana de la cual se conserva el claustro y parte de la iglesia gótica del siglo XV y la barroca del XVIII y un Museo de Arte Sacro, y en la musulmana en la que se han identificado los restos de la “Dar as-Sugrá” del 1145, también conserva el claustro y parte de la iglesia gótica del siglo XV, así como la iglesia barroca del siglo XVIII y un Museo de Arte Sacro diversas estructuras arquitectónicas y arqueológicas de la época andalusí e incluso diversos de restos de yeserías y otros fragmentos recuperados a lo largo de las distintas reformas se encuentran en el Museo de Murcia.
Palacio del Marqués de los Vélez adjunto al Monasterio de las Claras derruido en 1931, para llevar a cabo el proyecto municipal de la Gran Vía de Alfonso X el Sabio.
Durante la Guerra Civil (1936-39) fue cuartel de las tropas
Patio cubierto
El templo ha ido sufriendo diversos avatares desprendiéndose primero del ala oeste que hoy ocupa el centro socio-cultural de Caja Murcia, en 1995 se abordó una nueva reforma que dotara al templo de la funcionalidad necesaria a cuyo efecto se levantó por una parte una nueva residencia para las monjas y por otra la reconstrucción del palacio islámico en el ala norte.
Patio de acceso al templo
De la primera etapa de estilo gótico solo se conserva el coro alto del templo, pero la reconstrucción llevada a cabo durante el siglo XVIII (etapa de prosperidad de la ciudad) dió paso a una nueva reforma parcial edificando una nueva iglesia de estilo barroco, la que se puede contemplar actualmente y cuyos elementos más destacados vemos seguidamente.
Coro alto del templo y puerta de acceso
Nave central y Altar Mayor presidido por Santa Clara
Tabernáculo presidido por Santa Clara de Francisco Salzillo
Tabernáculo de Ganga Ripoll y talla de Santa Clara de Francisco Salzillo
Detalle del Tabernáculo
Vista de la Capilla Mayor
Cúpula cuyas pinturas y nervaduras sean probablemente del siglo XVI
Detalle del balconcillo y celosía
Bóveda decorada con dragones del presbiterio del siglo X
Entre las numerosas obras de imaginería que contiene se destacan las siguientes
San José y el Niño de Francisco Salzillo
Inmaculada Concepción de Francisco Salzillo
Santa Ana y la Virgen de Francisco Salzillo
Cristo de las Isabelas de Francisco Salzillo
Cristo bajo templete
Retablo presidido por la Virgen del Rosario
Patio cubierto
Tras la reconquista el Alcázar Seguir continúo siendo utilizado por los reyes Alfonso X el Sabio, su esposa Dª Violante y el padre de esta Jaime I el Conquistador, cuya magnificencia se puede apreciar a través de las próximas fotografías
Hermosa vista de las columnas del claustro y visión global del monumento
Otra vista en la que se aprecia la alberca del tiempo de los huditas, y a la derecha la pared de ladrillo colindante con la zona cedida a Caja Murcia
Perspectiva en la que se contempla la alberca y la balaustrada del claustro a través de dos arcos de yeso árabes entre los que se encuentra una fuente
En una excavación profunda del suelo del ala norte se halló un canal con andenes cortados en cruz citado como perteneciente a la Dar as-Sugrá por Ibn al-Abbar en 1145
Varios arcos árabes con bellos fragmentos de yesería tallada se encontraron en las sucesivas excavaciones para puesta en valor de este tesoro arquitectónico, como se muestran a continuación.
Detalle del anterior
Otra vista en la que se aprecia la fuente anteriormente descrita
Ahora podemos ver distintos restos de columnas, yeserías y objetos de cerámica de la época
Piletas para abluciones
Así como esta joya del fragmento de escayola policromada descriptiva de la exquisitez artesana de la época.
Flautista
Descripción del flautista
Finalizando con la aportación de distintos ejemplares de rejas románicas recuperadas de las excavaciones.