Los Auroros van llegando
después de la hora de queda,
peregrinos de la noche
cuyo dominio comienza.
Por sendas y vericuetos,
llamando de puerta en puerta,
van desgranando el Rosario
de sus preces a voz llena.
Melodías de atavismo ….
que bien en la noche suenan,
litúrgica y emotiva
caravana de leyenda.
Como recuerda sabores
de tradiciones ya muertas ….
Los Auroros van saliendo
cuando el día ya alboréa,
remojadas las gargantas
con vinillo de la tierra.
Al canto de las plegarias
sustituyen malagueñas;
y los mozos se separan
cuando el poblado despierta.