Ya estamos en fiestas en el cercano barrio de San Antón, cuya Ermita ya quedó fotografiada en mi publicación “ANDANDO MURCIA” y que se halla justo enfrente del Jardín de la antigua Fábrica de la Seda.
Los puestos con los típicos “roscos del Santo”, los colgantes con su figura, y un sinfín de pequeños juguetes, globos, chucherías, etc. que tanto llaman la atención de la chiquillería (antes mucho más).
El próximo domingo habrá la bendición a los animales y actuaciones musicales, pasacalles, cohetería y procesión nocturna con intervención cada año de algún coro.
Dice el refranero: “San Antón saca a las viejas del rincón” y “Por San Antón a las 5 aún hay sol”, significando que se sale con ganas del rincón de la casa a disfrutar de las caricias del sol que cada día va avanzando su presencia.
En mi infancia viví muy cerca de la Ermita y allá por el principio de los años 40, montaron en estas fechas una tablado (nunca mejor dicho de tablas) sobre el que amenizaba a los vecinos una banda de música, pues bien por el entramado que sustentaba el piso del tablado jugueteábamos los niños sorteándolos, y sucedió que se vino abajo atrapándonos a algunos teniendo que ser trasladados a los Hospitales en el transporte público más usual de la época las célebres “tartanas”, con la consiguiente alarma materna en búsqueda de los hijos.